Aumentar nuestros niveles de productividad a la hora de trabajar puede ser todo un desafío. El no administrarnos bien puede provocar todo tipo de inconvenientes en nuestro entorno laboral. Asimismo, podría dejar secuelas en nuestra vida diaria, por lo que conocer los hábitos de la gente productiva es vital para nuestro desarrollo.
Con los métodos apropiados, gozarás de la estabilidad mental y emocional necesarias para crecer en cualquier entorno. Así, empezarás a ver resultados maravillosos en tus proyectos y a escalar en el ámbito profesional con increíble rapidez.
Lograr dicho propósito no es tan difícil; por tal razón, hemos decidido crear una pequeña guía para ayudarte a optimizar cada aspecto de tu día a día. ¡Te va a encantar!
Hábitos de la gente productiva para organizarse
No es necesario mermar tu calidad de vida para convertirte en una persona más eficiente; al contrario, los expertos han demostrado que el exceso de exigencias disminuye notablemente la eficacia en todos los campos.
La saturación y el caos generan problemas directamente relacionados a la salud; tales como malestar, insomnio, ansiedad, e incluso depresión. Por ende, tu enfoque inicial debería dirigirse a reordenar tu agenda y optimizar tus condiciones laborales. Para ello, te recomendamos las siguientes actividades:
- Organizar el día: Segmentar tus tareas y quehaceres al despertar te permitirá trazarte objetivos pequeños y más fáciles de lograr. De este modo, podrás prever imprevistos y contratiempos al dedicarle el saber de antemano de cuánto tiempo dispones para tu jornada.
- Crear rutinas: Pueden parecer aburridas, pero establecer hábitos y aferrarte a ellos te permitirá dividir tu tiempo con mayor eficacia. Además, podrás determinar qué horas son más apropiadas para tomar descansos; sólo necesitas disciplina y determinación.
- Limpiar el área de trabajo: Sin duda uno de los hábitos de la gente productiva más resaltables. La limpieza genera paz y tranquilidad en nuestros alrededores. El mantener tu espacio pulcro, despejado y libre de objetos innecesarios te brindará claridad, lucidez, y sobre todo, satisfacción.
- Priorizar: Elevar tu rendimiento implica identificar aquellas tareas innecesarias y poco provechosas. Descartándolas de antemano, podrás dedicarle más atención a tus objetivos y proyectos. De igual manera, al establecer cuáles son más importantes, incrementarás tu eficiencia notablemente.
- Disfrutar la labor: El estrés y la presión son parte de la rutina diaria. La mejor manera de lidiar con ellos es el disfrute auténtico por lo que haces. Nada indica mejor un buen trabajo que la pasión retratada en el mismo; por ende, procura reavivar constantemente el entusiasmo por tu trabajo.

Técnicas para despejarse del trabajo
No todos los hábitos de la gente productiva están destinados al entorno profesional; más bien, el sano equilibrio entre la vida laboral y personal es una de las mayores características de estos individuos.
A continuación, te presentamos algunas de las mejores actividades para olvidarte del trabajo y brindarte la distracción que mereces.
- Ejercicio físico: Está comprobado que una dosis moderada de ejercicio puede elevar los niveles de autoestima considerablemente. Del mismo modo, le concederás a tu organismo acción y movilidad, otorgándole así mejores condiciones de salud.
- Reencuentros: Tu vida social jamás debe quedar a un lado. Aprovecha tu tiempo libre para reencontrarte con tus amigos, disfrutar en pareja o contactar a tus familiares. Asimismo, planea salidas o reuniones con tus allegados de vez en cuando; aunque sea para charlar.
- Paseos y caminatas: Es necesario tomar algo de aire libre para relajarnos y respirar. Nada como un paseo por el parque, una salida a la plaza o una visita a pie para despejar la mente.
- Meditar: Es necesario un breve descanso durante las horas laborales para armonizar nuestra mente. Tómate al menos cinco minutos para poner las cosas en calma y reducir el estrés; así, obtendrás lucidez para continuar.
- Hobbies: No hay nada más regocijante que dedicarnos a nuestros pasatiempos preferidos. Por lo tanto, siempre debe haber un espacio en tu agenda para centrarte en tus gustos y distracciones.
- Enriquecimiento: El estudio constante es fundamental para el crecimiento personal. Por tal motivo, debes investigar sobre lo que te apasiona con regularidad y mantenerte al día con nuevas tendencias. Así, descubrirás nuevos métodos y hábitos de la gente productiva para generar más trabajando menos.
¿Qué otros medios para elevar la productividad debería adoptar?
La lista de buenas costumbres para mejorar nuestra calidad de trabajo es interminable. Sin embargo, existen otros hábitos de la gente productiva que nos gustaría señalar. Conócelos a continuación:
- Apoyarse en la automatización: El convertirnos en multitareas puede resultar extremadamente agotador. Contar con un amplio repertorio de herramientas virtuales te permitirá acelerar los procesos de informática. Así, dispensarás de tareas secundarías que podrían restarte tiempo e incrementarás tu productividad.
- Comer apropiadamente: ¿Y qué tiene que ver la comida en este asunto? ¿Es uno de los hábitos de la gente productiva? Sí, ya que una alimentación balanceada te dará estabilidad, energía y lucidez para realizar lo que te propongas. Por otra parte, un buen horario para tus comidas te dejará regular los tiempos de tu organismo apropiadamente.
- Codearse con personas motivadas: La influencia que juega nuestro entorno social en nuestro rendimiento es irrebatible. Considerando esto, reúnete con personas soñadoras, trabajadoras, ambiciosas, apasionadas, decididas y constantes de las que puedas aprender. Verás cuán contagioso es el entusiasmo y el aprendizaje.
- Pedir consejos: La retroalimentación es fundamental para descubrir nuevas formas de mejorar. Una nueva perspectiva podría señalar deficiencias que, de otro modo, pasarían desapercibidas. No subestimes el valor de las críticas constructivas de colegas y especialistas para elevar tu productividad.
- Mantener la mejor actitud: La negatividad y el pesimismo son extremadamente dañinos para nuestra estabilidad. Aunque parezca un cliché, no perder el ánimo ni olvidar nuestras metas puede ser la clave para no desistir ante la adversidad.
Siguiendo estos consejos, comenzarás a notar cambios palpables hacia tu desarrollo profesional. Al mismo tiempo, revelarás que sí es posible gozar de la mejor calidad de vida sin minimizar tu rendimiento profesional.
Los hábitos de la gente productiva no concluyen aquí. La búsqueda hacia mejorar nuestro rendimiento nunca debe terminar; en su lugar, debemos innovarnos continuamente para garantizar los más altos estándares de efectividad. Tenlo siempre en cuenta y llevarás a cabo los proyectos que te propongas.
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Haz las cosas con amor y emprende desde tu pasión.
Siempre sueña alto,
Carolina Azuaje.
